Me encantan los atardeceres, esos que nos hacen voltear una y otra vez y que nos hacen perseguirlos por el espejo retrovisor mientras vamos manejando, esos que nos envuelven y hacen casi irrelevante que el sol se ponga por el oeste porque todo el cielo está contagiado y participando en el festival de luz y colores.
Muchas veces disfruto de una emoción tan especial contemplando un atardecer que una vez finalizado el espectáculo me quedo disfrutando el efecto ...
Continúa leyendo →