Y sucedió, como probablemente también le pasó a algunos –o muchos- de ustedes. Eso que quería empezar, eso que estaba determinada a que fuera parte de mi 2016 no ha arrancado… todavía. No pudo ser en el 1 de enero; tampoco pudo ser el primer lunes del año, ni el segundo, ¡ni siquiera la primera quincena!
Como es de esperarse cuando comienza un año, estamos llenos de las mejores intenciones para nosotros mismos y para los demás; le ...
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