No se si han oído hablar de TED, se trata de una comunidad global dedicada a dar a conocer ideas, experiencias, propuestas, normalmente a través de charlas cortas y poderosas que cubren todos los tópicos posibles. Esta comunidad cree apasionadamente en el poder de las ideas para cambiar actitudes, vidas y finalmente el mundo. Esta también es mi creencia, esa mi intención y en ese espíritu les recomiendo con entusiasmo que visiten www.ted.com.

Entre las miles de conferencias de TED, me gusta mucho una llamada Como los grandes líderes inspiran cambio dictada en 2009 por el inglés Simon Sinek y que hasta agosto de 2015 ha sido vista por mas de 23 millones de personas. Me ha resultado atractiva para comentarla en este espacio por lo interesante del enfoque de Sinek con respecto a qué es lo que realmente inspira a la gente o dicho de otra manera, cómo actúan las personas y organizaciones que inspiran a otros.

Dice Sinek que su observación le ha permitido concluir que ellos, los líderes, esos que realmente inspiran, se diferencian de los demás en que tienen muy claro el POR QUE actúan, POR QUE hacen algo, y considera que es precisamente en eso en lo que fallamos la gran mayoría pues aparentemente el resto nos quedamos atascados en los detalles del COMO y el QUE. Sinek comparte ejemplos muy interesantes para mostrar como la inspiración se transmite como un sentimiento que nos da fuerza, que nos nutre internamente y que nos hace seguir adelante, romper paradigmas, innovar, retar lo establecido, seguros de que esa misma fuerza responderá oportunamente a los detalles de cuándo, cómo, de qué forma.

Nutriéndome de las palabras de Sinek entiendo que el QUE nos enfoca, nos anima, nos da energía, nos aclara. ¿Qué queremos hacer y por qué lo queremos hacer?, son preguntas hechas desde lo más profundo de nuestro ser, surgen del mismo espacio donde brotan preguntas como ¿qué soy, qué estoy haciendo en esta vida, qué me mueve, qué quiero, cómo puedo contribuir?, y por supuesto las respuestas vienen cargadas de esa misma energía vital.

Por el contrario cuando nos enfocamos en las interrogantes de COMO y CUANDO es como si apuntáramos el reflector hacia lo que hay que resolver, enfocándolo específicamente en lo que nos separa de lo que queremos. Enfocarnos en el QUE y no en el COMO de ninguna manera quiere decir no acción, no quiere decir que nuestra actitud deba ser sentarse a esperar que algo ocurra, que “alguien” nos resuelva. ¡No, todo lo contrario!. Conocer nuestro PORQUE implica una actitud que nos lleva a enfocar nuestra atención en lo que queremos, trabajar para lograrlo, y como conocemos nuestro PORQUE estamos tan inspirados que los obstáculos pierden esa condición y todo fluye.

Sinek nos dice, “La gente no respeta lo que haces, respeta porqué lo haces.” Y ese respeto resulta entonces contagioso, y es el deseo de cientos, miles, millones de personas de unirse a la idea original, al cambio que traerá, lo que los convierte en líderes y es eso lo que inspira a los demás.

Encuentro que esta reflexión es muy útil en momentos cuando queremos cambios, cuando no estamos conformes con lo que está sucediendo y nos preguntamos qué podemos hacer. Si seguimos el ejemplo de estos líderes que nos comenta Sinek, debemos en primer lugar tener muy claro para nosotros mismos Por qué queremos cambiar lo que queremos cambiar, y pienso que para que nuestra respuesta tenga valor y futuro debemos profundizar un poco y revisar cuál es le origen de la pregunta, de cuál emoción se alimenta, porque sólo si sustentamos nuestras razones y acciones en emociones e intenciones positivas, constructivas, llenas de esperanza y deseos de contribuir, podremos realmente inspirar y producir cambios que contribuyan a crear algo bueno para todos.

Son preguntas profundas, no son fáciles de responder y por eso las respuestas debemos buscarlas en la fuente de la más pura sabiduría, en la parte de nuestro ser que no está contaminada con el estrés y el sufrimiento, que no está cargada de odio y no está dominada por el ego. Ese lugar es nuestra alma, nuestro espíritu y allí llegamos cada vez que nos permitimos hacer una pausa y nos despojamos de lo que nos agobia, cada vez que nos regalamos espacios de silencio y serenidad como los que nos brindan prácticas como la meditación. Estos momentos de conexión interior nos ayudan a entender lo que nos motiva y nos llevan a la fuente de inspiración. En esos momentos, en esos instantes nos conectamos con nuestra verdadera esencia, esa que sabe nuestras verdades y que puede responder desde lo más puro a las preguntas que realmente importan, ¿Qué quiero? , ¿Por qué lo quiero?

 

 

“La manera más ponderosa de energizar nuestras intenciones es a través de la práctica regular de la meditación.

Como un arquero ubicado con una flecha estirando su arco,

tomarse tiempo para aquietar la mente,

nos permite enfocarnos en nuestros objetivos

y nos provee la energía necesaria para manifestar nuestros deseos.”

Dr. David Simon