Meditación y Envejecimiento

Espero que para mis lectores, como lo es para mi, el día de cumpleaños sea motivo de alegría y celebración. Yo celebro cada cumpleaños y empiezo  agradeciendo que estoy viva, sana, que tengo una hermosa familia, maravillosos amigos, que puedo seguir acumulando experiencias y años. Y realmente celebro mis años, coloco todas las velitas en mi torta de cumpleaños, aunque tengo algunas amigas que no me lo agradecen…

“¡Yo ya no cumplo años!”

Y es que esto de cumplir años viene acompañado por esa palabrita que no nos gusta, envejecer. De eso les quiero hablar, quiero compartir información muy interesante.

Voy a citar Charlie Knoles, maestro de meditación quien en una entrevista afirmó:

“La gente gasta fortunas en cremas antiarrugas a pesar de que no hay pruebas científicas que soporten lo que ofrecen. Podrían estar recibiendo un resultado muy superior de la meditación

Ciertamente es una afirmación bastante atrevida; sin embargo, décadas de estudios apoyan esta teoría y demuestran que la práctica constante de la meditación cambia nuestro cuerpo a nivel celular y puede realmente disminuir el envejecimiento.

Un estudio publicado a mediados de los 80 en el International Journal of Neuroscience,  midió la edad biológica de meditadores tanto novatos como experimentados frente a la población en general. Después de medir marcadores como presión arterial, visión, audición y elasticidad de la piel, los meditadores experimentados aparecieron, 12 años más jóvenes que la población general. Incluso, los meditadores novatos dieron mediciones que los hacían aparecer 5 años más jóvenes.

La enzima de la Eterna Juventud

Cada situación de estrés nos deja una cicatriz imborrable y el organismo paga por su supervivencia después de una situación estresante, envejeciendo un poquito. Y si no lo queremos presenciar en nosotros mismos, podemos observar claramente los efectos del estrés en el Presidente Obama; podemos observar en su pelo y en su rostro como ha envejecido en estos pocos años.

Ahora me van a permitir que me ponga un poco más científica, pues el dato es muy interesante. Un estudio en Japón midió los niveles de la enzima TELOMERASA en un grupo que realizó un retiro de meditación por 3 meses. La telomerasa tiene la función de reparar los telómeros, que son los extremos de los cromosomas. Cuando esos extremos se acortan, se da una de las causas genéticas del envejecimiento.  Condiciones relacionadas con el envejecimiento como la osteoartritis, diabetes y obesidad, enfermedades del corazón, Alzheimer y derrames se les ha relacionado con telómeros cortos

El estudio encontró que al final del retiro los meditadores mostraron un enorme incremento en la enzima TELOMERASA,  lo cual constituye una prueba física de un retroceso en el envejecimiento. En  otras palabras, estos estudios encontraron que la meditación realmente estimula una sanación de nuestro  ADN, reparando nuestras células a un nivel genético, lo cual es sorprendente. No es sólo relajación lo que nos brinda la meditación, realmente nos sana a nivel celular.

Mediten, les hace bien.

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