4 maneras de limpiar el odio de tu corazón

“Una profesora de bachillerato le pidió a sus alumnos que colocaran en una bolsa plástica algunos tomates. A cada tomate debían darle el nombre de una persona a quien el estudiante odiara, de manera que el número de tomates sería igual al número de personas odiadas. Trajeron los tomates al salón de clase e identificaron cada uno cuidadosamente. Algunos alumnos tenían dos tomates, otros tres y algunos hasta cinco. La maestra les explicó que durante una semana debían llevarlos consigo donde quiera que fueran.

Al terminar la semana la maestra preguntó, “¿Cómo se sintieron llevando esa carga toda la semana?” Los estudiantes se quejaron del mal olor y del peso de los tomates, a lo que la maestra respondió: ”Esto es muy parecido a lo que sucede en sus corazones cuando odian a alguien. El odio descompone el corazón y terminan llevando ese peso y esa podredumbre a todas partes. Si no podían soportar el olor de los tomates podridos por sólo una semana, imagínense el impacto en el corazón de llevar el odio durante toda la vida.”

Encuentro que relatos como este son inmensamente útiles porque, haciendo uso de experiencias comunes, podemos reflexionar sobre verdades que a veces se nos escapan. En este caso el mensaje es sencillo, por nuestro bien debemos perdonar a quienes fomentan el odio en nosotros.

Con frecuencia las experiencias desagradables tienen rostros y cometemos el error de grabar y conservar con celo esos rostros y esos recuerdos dolorosos en nuestro corazón. Cometemos el error de pensar que sólo así evitaremos volver a sufrir; sin embargo, el efecto de esta decisión no es la protección contra el sufrimiento que estamos buscando, más bien lo que hacemos es crear un muro anti-felicidad, anti-vida, lo que en realidad hacemos es convertirnos en prisioneros de algo que nos hizo daño pero que ya forma parte del pasado.

La vida nos ofrece todo tipo de experiencias y todas, tanto las positivas como las negativas, pueden ser para nuestro beneficio si sabemos aprender de ellas. Pero nos equivocamos cuando creemos que el aprendizaje consiste en no olvidar, en no perdonar; nos equivocamos cuando decidimos mantener las historias dolorosas intactas en nuestro corazón, con la misma energía que tanto dolor nos causó. Esta actitud lo único que logra es colocar sobre nuestro corazón la pesada y dañina carga del odio.

La realidad es que el aprendizaje ocurre cuando de manera consciente decidimos no ser prisioneros de nuestras experiencias, cuando decidimos limpiar nuestro corazón de odios:

Limpiamos el odio, lo sacamos de nuestros corazones cuando dejamos de vivir en el pasado, aceptamos lo sucedido, dejamos de resistir y evitamos el desgaste de tratar inútilmente de cambiar lo que ya sucedió. Esto nos deja en libertad para empezar a crear nuevas circunstancias, nuevas experiencias.

Limpiamos el odio cuando dejamos de dedicarnos a buscar culpables, incluyéndonos a nosotros mismos, y en lugar de esto aprendemos a responsabilizamos por el momento presente enfocándonos en identificar opciones entre las infinitas posibilidades que cada día nos presenta la vida.

Limpiamos el odio y aprendemos cuando nos alejamos de los juicios y tratamos de entender que cada quien hace lo mejor que puede desde su nivel de consciencia. La maravillosa Maya Angelou decía: “Cuando sabes lo que es mejor, actúas de mejor manera”.

Limpiamos el odio cuando empezamos a trabajar en ser mejores personas, personas conscientes, agradecidas y felices, cuando trabajamos en cambiar nuestras actitudes.

Nadie es feliz con un corazón lleno de odio, y nadie ha podido comprobar que cultivar y mantener el odio en nuestros corazones resuelve ningún problema. Lo que si se ha comprobado una y otra vez es que nos alejamos del sufrimiento cuando decidimos limpiar nuestros corazones del odio que lo descompone. No es fácil pero es posible y los beneficios son infinitos porque en lugar de llevar con nosotros ese peso y esa podredumbre, avanzamos ligeros y creamos un espacio para las cosas buenas y hermosas, espacio para crear y transformar nuestras vidas .

 

 «Puede que no controles todos los eventos que te ocurren,

pero puedes decidir no ser reducida por ellos.”

Maya Angelou

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Comentarios

  1. rosa ortiz  abril 16, 2015

    Exelente, una forma clara de ver el perdón!! Gracias
    amiga!!!

    • Regina Velasquez  abril 16, 2015

      Querida ochin, me alegra que te haya gustado. La idea es que nos ayudemos a vivir mejor, más sanos y felices. Un gran abrazo.

  2. isabel  abril 17, 2015

    GRACIAS POR TUS IDEAS , PERO SIENTO QUE NECESITO MAS QUE ESO PARA PODER LIMPIARLO,
    HAY VECES SIENTO QUE ME AHOGO Y ME CUESTA SOPORTARME A MI MISMA.

    TE AGRADEZCO TODA LA AYUDA QUE ME PUEDAS FACILITAR

    ISABEL

  3. Gisela Zerpa  abril 17, 2015

    Gracias por compartir este escrito-reflexión. Nuestra verdadera esencia es el amor. Pero nuestro ego no permite que esa energía de amor fluya en nosotros. Cuando se es consciente de la energía del amor dejamos a un lado el odio, la ira, la envidia y más sentimientos negativos que no nos dejan fluir….Saludos, Namaste…!

  4. Doris Cadiz  abril 19, 2015

    Que manera tan sencilla de explicarlo. Gracias por ayudarnos en la toma de conciencia. Este es un excelente paso para comenzar con el eqilibrio de nuestros sentimientos y emociones.

  5. Narcisa Carrasco  diciembre 8, 2015

    Que manera tan hermosa de sacar todo el odio del corazon y mirar hacia adelante y volver hacer feliz

    • Regina Velasquez  diciembre 8, 2015

      Gracias Narcisa por tus palabras, me alegra que hayas encontrado un mensaje positivo en el artículo. Namaste.