El Mejor Regalo

«Los regalos de tiempo y amor son sin duda los ingredientes básicos

de una verdadera Feliz Navidad «

Peg Bracken

Al recibir un presente es normal desear que sea el mejor regalo. Por eso, cuando hace unos días  me preguntaron, ¿Qué quieres que te regale esta Navidad? vinieron a mi mente muchas opciones. Opciones de todo tipo; es fácil dejar volar nuestra imaginación pasando de lo más sencillo a opciones tecnológicas tremendamente atractivas.

¡Sorpresa!

Por supuesto, conversar y acordar un regalo le quita la parte de la sorpresa, un ingrediente muy importante, divertido, excitante. Es un hecho que envolvemos lo que regalamos para acentuar y prolongar ese efecto, esa emoción, la sorpresa.  También es cierto que nos gusta que quien recibe el regalo lo abra frente a nosotros.  Queremos ver su cara, su reacción, esa parte es para nuestro disfrute, aunque algunas veces los sorprendidos seamos nosotros…

Además de la sorpresa, el acto de regalar tiene muchos otros aspectos tanto o más importantes. En ese acto maravilloso de dar y recibir, en esa oportunidad de involucrarnos en el maravilloso flujo de la abundancia, son importantes cosas como la intención, el agradecimiento, la percepción.

Es mi decisión, es mi dicha

 Y este último aspecto, percepción es de un valor inmenso y lo más importante, depende absolutamente de cada uno de nosotros. No importa que tan costoso o económico, grande o diminuto, hermoso o feo, novedoso o tradicional sea lo que recibimos. Lo realmente importante es nuestra percepción, la energía con la que lo recibimos y aceptamos la que lo convierte en algo valioso, en el mejor regalo, en fuente de alegría para nosotros y eso es nuestra decisión.

Nuestra percepción se ve afectada por muchas cosas. Vivimos llenos de expectativas, de apegos, de comparaciones. Vivimos muy conscientes de “lo que debe ser”, de “merecimientos” y muchos otros pensamientos que nos roban el disfrute de lo importante. En otras palabras, vivimos mucho en nuestras mentes y nos alejamos del corazón.

¿Recuerdan la inmensa alegría de ver y abrazar a un ser querido, a un amigo después de mucho tiempo?. ¿O el recibir una buena noticia cuando hemos estado preocupados?.  ¿Recuerdan lo que se siente recibir expresiones y gestos de apoyo, de ánimo?. ¿O el bien que nos hace que nos escuchen y que nos brinden unas dulces palabras de consuelo en un momento de dolor? Cualquiera de esas cosas, de esas situaciones han podido no darse, todas son regalos. Regalos que no tiene precio, que no ocupan lugar, que no tiene vencimiento. Son regalos que se reciben en el corazón, ese lugar que se crece con lo bueno y que también hace espacio para lo no tan bueno.

La otra Tecnología

Les comentaba al principio que una opción de regalo, muy popular en estos días, es algo tecnológico. Esta palabra la usamos comúnmente para referirnos al producto, al resultado de un proceso donde combinamos pensamiento y acción con la finalidad de generar algo útil. De estos procesos surgen cosas maravillosas, novedosas, muchas veces tan importantes y trascendentes que producen cambios radicales en nuestras vidas.

Generalmente cuando hablamos de tecnología nos queremos referir a los últimos avances en electrónica, telecomunicaciones, bio-ingeniería, etc. También hay otra tecnología, la Tecnología del Alma y el calificativo no se lo estoy dando yo, es algo que se está estudiando y probado en investigaciones científicas. Según esta tecnología del alma, hay muchas actitudes, muchos sentimientos que cultivados de manera constante, que convertidos en la manera como actuamos, en la “tecnología” que aplicamos en nuestras vidas, las cambian para mejor.

Según estos estudios, aplicamos la tecnología del alma cuando ponemos atención desde el corazón, cuando realmente escuchamos y observamos desde ese lugar a quien nos habla. Estamos actualizándonos en la tecnología del corazón cuando mostramos nuestro aprecio con una palabra, con una mirada, con un gesto. Nuestro espíritu también se crece, avanza cuando manifestamos afecto, cuando somos generosos con nuestras palabras, cuando brindamos un caluroso y sincero abrazo. Somos los “genios” de la tecnología cuando su fuente de energía es el amor. 

«Navidad es hacer alguna pequeña cosa extra para alguien.»

Charles Schultz

El Mejor Regalo

Las fechas navideñas son la oportunidad ideal para involucrarnos a fondo en esta otra tecnología, para actualizarnos en esas actitudes y sentimientos. Estos días son ideales para trabajar en tratar de ofrecer el mejor regalo, días para abrir con generosidad nuestros corazones y empezar a repartir atención, aprecio, afecto y amor. Son regalos que no requieren envoltorio, mas bien el proceso empieza por desenvolver esos regalos que muchas veces están muy escondidos, tapados y enterrados en nuestros corazones; desenvolverlos y empezar a distribuirlos, con alegría, con emoción, con entusiasmo.

En cuanto al factor sorpresa, siempre estará presente, porque estos regalos vienen cargados de espontaneidad, viene cargados de originalidad y se nutren de la fuente de las posibilidades infinitas y no hay manera de percibir estas ofrendas que no sea con un corazón abierto, agradecido, lleno de gozo.

«La Navidad no se trata de abrir regalos,

se trata de abrir nuestro corazón.»

-Janice Maeditere

¿Qué quieres que te regale?

Tengo todavía pendiente la pregunta, estoy segura de que esta meditación me ayudará a encontrar la mejor respuesta, los invito a que me acompañen

Namaste


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Comentarios

  1. Guiomar  diciembre 24, 2015

    Qué alegría Regina recibir como regalo, la entrega que haces en esta oportunidad. Ayer justamente estuve en un compartir en el que los regalos fueron: corazones cargados de amor de buenos deseos, fraternidad, cordialidad, risas, plegarias, consejos, anécdotas, recuerdos y para completar tan extraordinario momento, estuvimos preparando unos ricos bollitos de navidad. No hubo regalos materiales; sin embargo, cada uno de los asistentes, salimos cargados de esa energía que nos brinda el amor, el cariño, los afectos, los abrazos y la mejor demostración de gratitud queda presente al querer repetir la experiencia, el poner pronto fecha para el próximo encuentro, nos quedan entonces, las ganas vivas de seguir abriendo de esos regalos con el corazón. Gracias gracias gracias.

    Namaste