Planes y Propósitos

Cuando se acerca el fin de año es normal una revisión de planes y propósitos. Sabemos por experiencia que esas resoluciones son difíciles de mantener. Las estadísticas nos dicen que sólo el 46% de las resoluciones de año nuevo siguen cumpliéndose después de 6 meses.

Hay muchas razones que explican por qué perdemos esa determinación con la que nos planteamos esos propósitos, las más comunes son:

Nos ponemos metas inalcanzables,
No nos organizamos para lograr las metas planteadas.
No son en realidad NUESTRAS METAS

Esta última razón es de inmensa importancia y para mi explica mucho de lo que pasa en nuestras mentes y en nuestras vidas. Con toda seguridad no van a funcionar propósitos ajenos, o deseos expresados en un momento de crisis emocional. No van a funcionar metas con las que no nos identificamos genuinamente, no van a funcionar planes y propósitos que no salen de cada uno de nosotros, de nuestro corazón, de nuestra vida, de nuestra experiencia, en otras palabras, no funcionan propósitos o sueños inducidos.

¿Qué Deseo?

Una manera de identificar nuestros verdaderos deseos, deseos que son los que van a dar origen a planes y propósitos, es tomándonos el tiempo para conectarnos con nuestra sabiduría interior. Es conveniente, es valioso conectarnos con nuestro corazón y preguntarnos ¿Qué deseo?, ¿Qué es lo que realmente deseo?

Por supuesto deseamos muchas cosas, cosas materiales y cosas espirituales, etéreas o materiales, tantas cosas, tantos deseos. Si queremos hacer una revisión consciente, ayuda mucho si lo hacemos organizarnos por categorías. Podemos por ejemplo empezar por nuestro cuerpo y mente y preguntarnos:

¿Qué deseo en términos de salud física?¿Qué deseo en términos de salud emocional y mental?

También podemos preguntarnos,

¿Qué deseo en mis relaciones, con mi pareja, con mis hijos, con mis compañeros de trabajo?

¿Qué deseo en mi trabajo, en mi desempeño profesional?

¿Cómo puedo contribuir a hacer de este un mundo más feliz, más sano, más feliz?

Las Respuestas Universales

Hay respuestas universales, “sentirme bien”, “ser feliz” y muy posiblemente estas respuestas vienen  acompañadas de deseos de paz, alegría, serenidad, bienestar, abundancia. Sólo acciones que resuenen con esas respuestas van a tener la energía para su realización. Al hacernos la pregunta desde esa perspectiva de conexión, empezaremos a recibir las respuestas que aplican a cada uno de nosotros, a nuestra realidad, no la del amigo, no la de la pareja, la nuestra, con la que vamos a estar identificados.

Mientras más conectados estemos con nuestra sabiduría interior más claridad tendremos, mientras más conectados estemos con nuestra naturaleza infinita, menos limitaciones, menos excusas aparecen en nuestra búsqueda, mientras más claridad y serenidad establezcamos en nuestra mente, más reales y posibles son nuestros propósito.

Todo el mundo ha sido hecho para alguna obra en particular,

y el deseo de esa obra ha sido puesto en cada corazón.

Rumi

Mis respuestas, tus respuestas

Nuestras respuestas no tienen que responder a presiones, ni a sueños ajenos, no tiene que ser objetivos inalcanzables, simplemente son lo que nos indica nuestra sabiduría. Nuestro tarea consiste en escucharla.

Puede parecer sencillo, pero no lo es por muchas razones, principalmente porque :

  • No estamos acostumbrados a ese diálogo interior, íntimo, sincero, a ese diálogo desprovisto de juicios, tanto propios como ajenos, un diálogo desprovisto de los “debería”, de los “no debo”, de los “tengo que…”.
  • Hay mucha bulla en nuestra mente, bulla y un constante chachareo, sonidos instalados allí por padres, maestros, amigos, jefes; palabras, frases, instrucciones que suenan y suenan una y otra vez, bulla que no nos permite escuchar la muy suave voz de nuestra sabiduría interior.

Planes y Propósitos

Propongo que incluyamos de manera prioritaria en nuestra lista de propósitos, crear espacios de silencio y conexión que nos permitan escucharnos, que nos permitan reconocer nuestros anhelos y deseos. Espacios donde la duda y el juicio sean acallados, espacios donde disfrutemos de la emoción de sabernos capaces, con poder de decidir y soñar.

Cuando el deseo viene de nuestro ser, de nuestra esencia divina, viene cargado de creatividad, de alegría, de entusiasmo, viene cargado de potencialidad y de posibilidades infinitas. El cómo realizarás tus deseos surgirá como consecuencia de tener claridad en el qué.

Comentarios

  1. itma marin  enero 11, 2017

    Me encanto voy aplicar estos sabios consrjos

    • Regina Velasquez  enero 28, 2017

      Gracias, me alegra que te guste. Cuéntame como te funciona.

      Namaste