Somos mas que un cuerpo

Somos más que un cuerpo por lo que hace falta una visión más integral de lo que somos y por consiguiente de nuestro potencial de sanación.

Un dato que siempre me ha impactado es el de que el 90% de la toxicidad física tiene un origen emocional. Esto explica el que la gran mayoría de las visitas a los doctores se deban a situaciones como fatiga crónica, insomnio, depresión, molestias digestivas, todas dolencias crónicas que a pesar de los avances de la medicina occidental, no se logran resolver de manera eficaz.

“Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti serán las que curarán tus enfermedades.”
– Hipócrates

Esta reflexión me lleva a recordar las enseñanzas de un maestro muy querido, una persona muy especial, con una inmensa sabiduría, el Dr. David Simon.


Otra Visión de la Sanación

El Dr. Simon fue el cofundador, junto con Deepak Chopra, del Chopra Center, ubicado en California.

Cada vez que lo menciono o los recuerdo me lleno de una emoción muy especial, fueron su hermosa energía, su presencia serena, sabia y amorosa las que me llevaron a profundizar en el camino de la mediación. Fue eso lo que me animó a estudiar para certificarme como instructora. Lo conocí y mi corazón dijo, “Yo quiero eso que él tiene.”

El Dr. Simon comentaba que cuando estudiaba medicina, nadie hablaba de espiritualidad y sanación, incluso la salud se mencionaba muy rara vez; el foco era en la bioquímica y la fisiología de la enfermedad. Sin embargo, motivado por su certeza de que la sanación era algo más amplio que lo que le enseñaban en la universidad, a lo largo de su vida exploró e incorporó en su práctica muchas herramientas para atender a sus pacientes y logró de una manera magistral fundir la tecnología y los avances de la medicina occidental con la sabiduría milenaria oriental.


Somos Seres Multidimensionales

Uno de los modelos que tomó de esta sabiduría milenaria y que enseñaba con pasión es el de que somos seres multidimensionales, que en realidad estamos formados por capas de distintas densidades, de energía e información, envueltas alrededor de nuestras almas infinitas e inmortales.

De esta manera, en nuestro centro somos un espíritu que está cubierto por nuestros deseos y recuerdos. Esa capa a su vez está cubierta por el intelecto y el ego, por nuestra mente y emociones. Cubrimos todo eso con nuestro cuerpo energético, luego con nuestro cuerpo físico y finalmente con el cuerpo infinito del ambiente que nos rodea.

Según esta manera de concebir al ser humano, la enfermedad es una interrupción en la integración de cuerpo, mente y espíritu y la salud es la  recuperación de este equilibrio.  Si realmente queremos sanar en todo el sentido de la palabra, no podemos simplemente dar un producto farmacéutico, o cortar un tejido, tenemos que sanar en todos esos niveles. En otras palabras, no podemos ver las enfermedades físicas, o los  problemas mentales, o las situaciones emocionales como algo separado.

“Quiero hacer una música tan perfecta que se filtre a través del cuerpo

y sea capaz de curar cualquier enfermedad.”
– Jimi Hendrick

Somos la consecuencia de lo que decidimos

Decía el Dr. Simon con respecto al cuerpo físico, “El cuerpo humano es el producto final de nuestras experiencias de vida. El sonido, la vista, las sensaciones, los olores, los sabores y las emociones se traducen en moléculas que estructuran nuestra fisiología. Si queremos cambiar el cuerpo, necesitamos cambiar lo que ponemos en él, lo mismo para la mente y las emociones y debemos también poner atención a lo que eliminamos,  lo que debemos dejar ir porque ya no nos sirve.”

Esta visión nos plantea un gran reto en nuestra vida, nos enfrenta a la necesidad de revisar cómo vivimos. Es fácil olvidamos de cuidar el cuerpo, olvidar que somos mas que un cuerpo. Con gran facilidad nos quedamos atrapados en la dinámica y la excitación del mundo. Es por lo tanto casi «normal» quedar atrapados en “la vida”, quedar sin tiempo para nosotros.

Y tristemente eso es lo que ocurre No nos tomamos el tiempo para hacer ejercicio, o para dormir lo suficiente. Tampoco tomamos el tiempo para hacernos conscientes de nuestras decisiones, lo que comemos, lo que decimos, lo que permitimos. No nos tomamos tiempo para estar con quienes queremos, para nutrir esas relaciones. Finalmente, no nos tomamos el tiempo para visitar ese lugar tranquilo que está allí mismo, muy cerca, dentro de nosotros…

Todo eso que está “allá afuera” es mucho más ruidoso que lo que ocurre dentro y por lo tanto llama más nuestra atención.

Recordar quienes somos

Es entonces una cuestión de recordar, de recordar lo que realmente somos, y a veces, lo que se necesita es tan sólo una pequeña prueba de ese espacio interior silencioso para empezar a escuchar nuestra voz interior, para reconocer nuestras emociones, para escuchar nuestro cuerpo, para reconectarnos con nuestra sabiduría, para propiciar y permitir que la sanación ocurra.  

Ese espacio lo cultivamos con la meditación, y si bien, como decía mi maestro, “esta práctica no nos libra del dolor o del drama de la vida, si nos permite recordar quienes somos.”

Mediten, les hace bien

“En vez de enfermar y seguir luego una dieta natural para curarse, la gente debería vivir en un entorno natural de modo que no apareciese la enfermedad.”
– Masanobu Fukuoka

Comentarios

  1. Andrea S. Phillips  agosto 28, 2017

    Hola! muchas gracias por su artículo. Excelente. Por cierto, alguna meditación que recomiende para ayudar en el proceso de sanación cuerpo- mente-espíritu? Gracias nuevamente.

    • Regina Velasquez  noviembre 14, 2017

      Buenas tardes Andrea.
      Gracias por tus comentarios.
      Disculpa la demora, mi intención era la de responderte con una meditación guiada, pero por circunstancias ajenas a mi voluntad me he demorado en hacerlo.
      Mientras tanto, te invito a practiques con la meditación ¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes? que puedes encontrar en la siguiente sección de mi página: http://www.reginavelasquez.com/charlas-y-meditaciones-guiadas.
      Namaste,
      Regina