«No existe la Navidad ideal,
sólo la Navidad que usted decida crear
como reflejo de sus valores, deseos, querencias y tradiciones.»
El significado de las Navidades en nuestra cultura nos motiva y estamos todos muy alegres y ocupados con la llegada de las fiestas. Ocupados y estimulados, con un bombardeo de imágenes, sonidos e interpretaciones que hace muy fácil que olvidemos cual es el verdadero significado de las celebraciones. Es importante hacer una pausa y recordar y encontrar el significado personal de lo que festejamos. Si no lo hacemos, hay muchas fuentes externas que están felices de darnos SU significado y con ello nos atrapan en tareas y programas que no nos pertenecen.
Tu significado
Podemos empezar haciéndonos unas cuantas preguntas. ¿Qué espero de esta época de fiestas? ¿Cómo quiero sentirme? ¿Qué experiencias quiero tener? ¿Cómo quiero que sea la experiencia de celebrar el Año Nuevo? ¿Cómo me pueden inspirar los distintos rituales, o cómo me pueden hacer pensar o traer dicha o mayor conexión espiritual a mi vida? ¿Cuál es el significado de las Navidades para mi?
Cuando hacemos esa pausa, cuando nos hacemos este tipo de preguntas, empezamos una búsqueda que nos lleva a encontrar una conexión espiritual en muchos lugares. Podemos, por ejemplo, ir más allá del aspecto de las decoraciones y encontrar los símbolos que allí se encuentran. Pensemos en el árbol de navidad, el tradicional y veremos un pino que siempre está verde, no en vano se les llama «evergreens», siempre verdes. Este hecho podemos tomarlo como símbolo de la vida eterna. Otra decoración muy popular, la corona, siendo un círculo nos puede recordar de la unidad entre el ser humano y la naturaleza infinita, sin término, de la vida y el universo.
Dar y Recibir
Los mismos regalos, qué significado pueden tener más allá de la satisfacción de recibir o dar algo deseado?. Dar y recibir son rituales por propia naturaleza y representan el ritmo de la vida. El universo está en ese constante fluir, Cuando le damos a otros estamos diciendo; “Tengo abundancia y quiero compartirla contigo” Con este gesto, le comunicamos a los demás que nos importan, que los amamos. Cuando recibimos estamos expresando “Acepto lo bueno de la vida, venga de donde venga”. Saber recibir con agradecimiento es tan importante como saber dar.
Cuando encontramos y nos conectamos con nuestro propio significado para las fiestas, estamos mejor preparados para responder por ejemplo a las situaciones familiares que no son tan perfectas como esperamos que sean o creemos que serán; estamos mejor preparados para aceptar la ausencia de nuestros seres queridos y para agradecer la dicha de poder disfrutar de estos momentos de conexión.
«La Navidad es la temporada
para encender el fuego de la hospitalidad en el salón,
y la genial llama de la caridad en el corazón.»