Relajarse y perder peso normalmente no figura entre los planes para estos días. Empieza la temporada de fiestas y comenzamos a pensar en lo que vamos comer, -tanto en calidad como en cantidad- y en consecuencia empezamos a sufrir por lo que vamos a engordar. Y no sólo nos engorda la comida, la ciencia ha demostrado que el estrés puede causar aumento de peso. Afortunadamente lo contrario al estrés, la relajación, el placer y el disfrute de la comida crean condiciones metabólicas que estimulan la pérdida de peso.
Disfrutar y Perder Peso
Jena La Flamme nos comenta en su último libro “Perdiendo peso con placer”, que cuando aprendemos a comer con placer, disfrutando con los sentidos, el cerebro y el cuerpo trabajan juntos y nos dicen cuándo comer y cuando dejar de comer sin la necesidad de restricciones o control.
Como les he comentado anteriormente, la respiración consciente juega un papel fundamental en la relajación y de acuerdo a lo que estamos comentando nos puede ayudar a evitar el aumento de peso durante las fiestas.
«Lo que distingue al hombre inteligente de los animales
es el modo de comer.»
Oxígeno Para el Metabolismo
Antes de empezar a comer, respira varias veces consciente y profundamente, de manera de avivar tu fuego digestivo con oxígeno. Así como el fuego necesita oxígeno para arder, nuestro cuerpo necesita una fuente estable de oxígeno para quemar las calorías eficientemente. Tan solo uno ó dos minutos de respiración profunda van a aumentar de manera significativa la ingesta de oxígeno lo cual enciende tu metabolismo. Poniendo atención a tu respiración y a la experiencia de la comida, te relajas y el resultado es que te sentirás satisfecho más pronto y comerás menos. El efecto inmediato es que empezarás a perder peso.
Los Sabores, Los Aromas.
Ahora que estás relajado tómate un momento para percibir los aromas de tu comida. Puedes hacer esto inhalando lenta y profundamente o tomando cortas inhalaciones o una combinación de los dos. Permite que el aroma de la comida sea un aspecto claramente distinguido en tu experiencia de comer. Oler tu comida de manera consciente también te ayuda a activar una digestión más eficiente.
Por supuesto mientras comes, respira por la nariz de manera consciente y disfruta de la comida a un ritmo relajado; y suelta de vez en cuando los cubiertos y toma pequeños descansos. Deja de masticar y continúa respirando profundamente, disfrutando el aroma, los colores, los sabores de la comida y permitiéndote relajarte en la experiencia.
Puedes aprovechar una de esas pausas para agradecer y regocijarte en la abundancia.
¡A tu salud!
