Dos Maneras de Alejar la Ansiedad

Alejar la ansiedad y darle la bienvenida a la alegría son tareas importantes en estas fechas. La ansiedad nos va rondar, en mayor o menor grado,  porque en estos días tratamos de hacer muchas cosas a la vez. Ponemos nuestro mejor esfuerzo y soñamos con la cara de gozo de la familia cuando vean los regalos, los arreglos, la comida. Llenos de amor, queremos quedar bien con todo el mundo, hacerlos felices. Los días se hacen cortos y el dinero también. Por si fuera poco, el tráfico no ayuda.

Esta combinación de actividades y de actitudes que implican perfeccionismo, multitasking, anticipación y apego a los resultados es la tormenta perfecta para la ansiedad.

Hay estudios que recomiendan practicar el estar presentes como una manera de controlar la ansiedad. Esta práctica de estar presentes, de hacernos conscientes no sólo de los que nos rodea, sino también de lo que ocurre en nuestras mentes, nos ayuda a reconocer qué es lo que nos angustia y también nos permite ubicarlo en su justa dimensión. Hay varias cosas que podemos hacer para estar presentes, hoy vamos a revisar dos de ellas.

«La verdadera generosidad para con el futuro 

consiste en entregarlo todo al presente.»

Albert Camus 

Siente tus Pies

Una técnica muy sencilla para practicar el estar realmente presentes, consiste en llevar la atención hacia los pies. Este simple acto ayuda a desviar la atención de la cabeza y hacia el cuerpo, anclándonos y dándonos estabilidad, ayudándonos a alejar la ansiedad. Pruébalo ahora,

  • Siente tus pies.
  • Trata de sentir la sangre bombeada a través de las venas.
  • Hazte consciente del contacto de la planta del pie con la superficie sobre la cual descansa.
  • Siente cada uno de tus dedos.
  • Siente el talón.
  • Trata de identificar si hay alguna parte de tus pies que no está tocando el piso
  • Trata de sentir tus uñas.
  • Siente los bordes de tus pies
  • Siente…

Cada vez que los pensamientos traten de sacarte de este momento, simplemente déjalos ir y trae de nuevo tu atención hacia tus pies.

Puedes practicar esto tantas veces como lo necesites durante el día. Mejor aun,  puedes hacerlo no importa donde te encuentres – en el baño, en tu escritorio o en tu carro. Si de das cuenta de que estás de regreso ocupado de recuerdos y angustia, simplemente trae tu atención de regreso a tus pies.

Respira profundo

Otra recomendación es respirar lenta y profundamente. Cuando estamos ansiosos tendemos a tener respiraciones cortas y superficiales lo cual aumenta la frecuencia respiratoria y contribuye a los sentimientos de pánico. Es momento de alejar la ansiedad.

Cuando sientas que el estrés va en aumento, haz una pausa y práctica este ejercicio.

  • Coloca ambas manos sobre tu vientre y los pies planos en el piso.
  • Cierra los ojos, relaja los hombros y respira profundamente llenando los pulmones y permitiendo que el vientre se expanda con la inhalación.
  • Siente como tus manos suben y bajan, se mueven con tu respiración.
  • Toma 10 respiraciones alargando la exhalación y una vez te sientas calmado y centrado abre muy lentamente los ojos.
  • Espera unos momentos mas y luego reincorpórate a tus actividades.

Haz este ejercicio cuando sientas esa sensación familiar de que las preocupaciones te están arropando. Mientras más pronto lo hagas mejor, sin embargo nunca será demasiado tarde.

Alejar la Ansiedad

La ansiedad nos puede visitar en cualquier momento, y si no nos hacemos conscientes y nos disponemos a incorporar prácticas que la alejen, se convierte poco a poco en algo tristemente «familiar». Todos hemos escuchado a algún amigo o familiar decir, «es que soy muy ansioso», como si fuera algo irremediable. La realidad es que no tenemos que vivir así.

El primer paso es hacernos conscientes, reconocer cómo nos sentimos. Puede que no sea fácil porque precisamente la ansiedad nos nubla, nos confunde. Lo primero que debemos hacer es respirar, tal como lo comenté arriba. Respirar con la certeza de que ese simple gesto de hacernos conscientes de nuestra respiración producirá un efecto casi milagroso.

Unas saludables dosis diarias de esa sensación de bienestar la conseguimos practicando la respiración consciente de manera regular, sin esperar a que ataque la ansiedad.  Si dispones de unos minutos al final del día, regálate instantes de relajación y recuperación con una las meditaciones guiadas que puedes encontrar en esta página.

Respira…

Siente…

«Sería curioso y tal vez sorprendente

descubrir cuanto influye el placer de respirar

en nuestros ideales más elevados y trascendentales.»

George Santayana

Comentarios

  1. Maria de Lourdes  enero 23, 2017

    excelentes recomendaciones para esta vida tan acelerada ………..

    • Regina Velasquez  enero 28, 2017

      Gracias, me alegra que te haya gustado.

      Namaste